miércoles, 19 de mayo de 2010

¿Cómo Vas?

 ¿Cómo va ese horario sin luz, sin orgasmo, sin el tango de mi lengua por tus esferas? Que delicia imaginarte ligera de equipaje, luciendo los pechos, abriendo de par en par ese bar de 24 horas que es tu vientre dispuesto. Que lástima saberte lejana a diez grados centígrados de llegar al bajo cero de el altar. Triste y resignada, sin más pájaros de poesías volando a tus manos. Con la vida ya planeada bajo el guión de una mala comedia de un domingo sin televisión por cable.¿Yo? Yo acá riéndome para no llorar. Extrañando el anzudelo de tus caderas, apagando el vicio del deseo con cuerpos de otra marca que hacen que fumar sea tan aborrecible como respirar. De vez en cuando me asomo a la ventana de un décimo piso y a pesar de las ganas de saltar, dejo la muerte para luego, cuando de mis labios se escapa el preguntar¿cómo vas?

3 comentarios:

Ameyal dijo...

"...ligera de equipaje, luciendo los pechos, abriendo de par en par ese bar de 24 horas que es tu vientre dispuesto."

Qué delicia ha de ser que alguien la recuerde a una así. Esté donde esté, ella debe estar también preguntándose cómo vas. Porque el tedio de vivir sin poesía en las manos no es algo que resista a los recuerdos dactilares.

Me gusta.

Maya dijo...

a quién recordas así, si no te molesta decir... y cuánto llevas de recordarla así?
Saludos

René Pino Granados dijo...

Este escrito lo tenía desde hace bastante tiempo. Por A o por B no lo publiqué, tal vez porque entía que era el punto final en un cuento que no terminó bien para mí. Ahora con la felicidad tocándome la puerta, me pareció conveniente publicarlo. Total, era el último clavo en el ataúd de ese sentimiento que tuve.