martes, 17 de noviembre de 2009

-La Felicidad es una Arma Humeante-


La noche es un reptil oscuro que se arrastra sobre la cuidad. A cada movimiento de su cola gigante se extinguen los colores y cada poste de luz enciende su cabeza. Afuera la calle tose con el ruido el ruido de los motores, mientras acunados entre metal y luces intermitentes, la gente envejece dentro de sus coches como flores de invernadero que se enturbian en medio de ese aroma a oficina que no se quita.

Lejos, tal vez en otro planeta, existan fronteras que no choquen con armatostes de metal y concreto, fronteras de verde interminable donde el punto y coma de los las líneas imaginarias, todavía no parta al mundo como filete. Un lugar donde para cada rostro hay una caricia archivada y para cada risa, un paisaje enmarcado.

Si. La felicidad es una pistola humeante. Un sentirse todopoderoso sin ningún sentido. Es estar armado contra la desgracias y hacerla huir con tan solo una seña. Poder correr por los lugares inhóspitos de la pena sin temer consecuencias, porque hay del que se quiera meter contigo.

La noche es un reptil oscuro que se traga a la humanidad entera en medio de un bostezo. Yo solo cierro los ojos y espero que me deshaga su aliento de dragón derrotado, para ver si de las cenizas, me vuelvo a formar en la mañana… tal vez menos humano… tal vez más banal…

1 comentario:

Viviana dijo...

Yo diria que la felicidad es un reptil que se traga a la humanidad..talvez menos humano.. talvez mas voz.. mas yo.. mas todos