martes, 9 de marzo de 2010

BESTIA COSMOPOLITA


La noche me pone la piel de jaguar. De pronto de la sonrisa ancha y despreocupada se asoman los colmillos del apetito a respirar. Olfateo la noche. Tiene ese aroma a asfalto recién llovido, a Luna sobre los tejados, a perfumes evaporados de mujeres lejanas... Las agujas de mis ojos persiguen siluetas por los callejones oscuros mientras avanzo con el paso despreocupado de un gran felino. Se me eriza el pelaje del instinto y detrás de una sonrisa me avalanzo.


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